Gaviotas... Reidora (Chroicocephalus ridibundus)

 Con esta entrada quiero empezar una tanda dedicada a las Gaviotas más comunes, que nos vamos a encontrar en Asturias, que son:

Gaviota patiamarilla, Larus michahellis.

Gaviota sombría, Larus fuscus.

Gaviota cabecinegra, Ichthyaetus melanocephalus

Gaviota reidora, Chroicocephalus ridibundus

Son muchas más, las que nos visitan a lo largo del año, pero estas son las que probablemente en más de un 90% identificamos normalmente y como bien me aconsejaron, primero estúdiate bien estas y las demás ya te saldrán solas...

Hoy vamos a dedicar la primera entrada de esta serie sobre gaviotas, a la más "fácil", que no es otra que la Gaviota reidora, Chroicocephalus ridibundus.

Adulto con capa nupcial

Se trata de una gaviota de tamaño pequeño, con un característico capuchón de color marrón oscuro, casi negro, visible durante el periodo reproductor, que les nace de la zona auricular y que durante el periodo no reproductor, prácticamente desaparece, quedando unas manchas meramente testimoniales...

...en ese momento, son algo más difíciles de diferenciar de su pariente, la cabecinegra, teniendo en esos momentos que fijarse en las puntas de las alas, las primarias, que en su plumaje final de adulto, en las reidoras permanece negro y en las cabecinegras es completamente blanco.

Cabecinegra en vuelo

Reidora en vuelo

Tanto en su etapa juvenil, como en su primer invierno, lucen patas amarillas y pico del mismo color, que tras la última muda y ya en su etapa adulta, se pasan a un color rojo intenso, con una mancha oscura al final del pico.

Plumaje de primer invierno

Plumaje adulto no reproductor

Una gaviota bastante ruidosa, que cría en invierno en humedales, en todo tipo de aguas durante el invierno y que es fácil de ver en estanques de parques, cultivos y vertederos

Fotos tomadas desde enero a noviembre del año 2020, en Gijón, con teleobjetivo 75-300

Datos técnicos tomados de la Guía "Aves de Europa" de la editorial Lynx

Trepador azul

El Jardín Botánico Atlántico de Gijón, es uno de los tesoros naturales que podemos disfrutar en Asturias, como miembro del colectivo ornitológico "Carbayera del Tragamón", tengo el privilegio de poder visitarlo a placer (cuando no hay una pandemia mundial que lo cierra) y entre la fauna que lo habita, desde hace unos años, contamos como residentes fijos, a una pareja de Trepador azul (Sitta europaea).

Una ave pequeña, poco más que un carbonero, pero de unos colores vivos, manto azul, pecho naranja y una línea ocular negra, a modo de antifaz, que la hacen muy llamativa y a mi gusto, de lo mas bonito que tenemos por aquí.

Entre las particularidades de esta ave, la singular forma de su pico, con la mandíbula inferior apuntando hacía arriba y lo más llamativo, la capacidad de descender boca abajo por la cortezas de los árboles, mientras busca su alimento.

Esta ave, suele ocupar los nidos abandonados, sobre todo de carpinteros, los cuales adapta a su tamaño, cerrando el agujero de la entrada con barro, en el Jardín Botánico, hemos registrado, por lo menos, dos nidadas con éxito en los últimos años.

La cantidad de agujeros que el vecino Pito real o el Picapinos, ha dejado sobre todo, en la zona conocida como "El Jardín de la Isla", en la hilera de plátanos de sombra que adornan la zona, es un mundo de opciones para estos pequeños trepadores.

La mejor zona para observarlo, es el comedero que tenemos instalado en "El Jardín de la Isla", donde comparte mesa con los demás comensales allí presentes, aunque no por mucho tiempo, ya que enseguida se encarga de alejar a los invitados no deseados, en menor medida, también se deja ver por el comedero del "Bioma boreal europeo"

En definitiva, una de las muchas maravillas, que podemos disfrutar en Gijón y en particular en el Jardín Botánico Atlántico.

Fotos tomadas el domingo 1 de noviembre de 2020, con un teleobjetivo 75-300.